La perdida de colágeno forma parte de las cambios fisiológicos que se experimentan con el paso de los años, la disminución de esta proteína en el cuerpo es un proceso natural del envejecimiento y tiene como consecuencia el desarrollo de enfermedades oseas, dolores en la articulaciones, debilitamiento de la piel, fragilidad en cabello y uñas.
Disminuye y evita la aparición de nuevas arrugas
Tonifica la piel, aportando luminosidad y frescura
Mantiene las articulaciones saludables
Previene el estrés oxidativo, protege la piel contra el daño de la exposición al sol y preserva el aspecto saludable.
El proceso de envejecimiento es complejo y está causado por un aumento en la oxidación celular.
Conocemos que el 80% del envejecimiento de la piel se debe a la exposición a la radiación ultravioleta, lo denominamos “fotoenvejecimiento”.
Cuando la piel recibe la radiación ultravioleta del sol se
forman radicales libres de oxígeno en el interior de las células que producen daño oxidativo en las proteínas, los lípidos y el DNA y son los responsables del envejecimiento.
La piel envejecida se caracteriza por la aparición de manchas y arrugas causadas fundamentalmente por la sustitución de la matriz de la dermis del colágeno por elastina.
Aminoácido L-Cistina
Este aminoacido que encontramos principalmente en las celulas de nuestro Sistema immune y en el tejido conjuntivo desempeña , formando parte de la queratina.
Mejora la fuerza del cabello
Protege la sequedad y rotura del mismo
Previene la caída del cabello
Fortalece las uñas
Fortalece el sistema inmunológico
Favorece a la cicatrización de heridas y quemaduras
La vitamina D3 es reguladora de los procesos fotoquímicos .
Ayuda a la piel a protegerse de las agresiones externas y de la deshidratación.
Refuerza la barrera cutánea .
Mantiene la hidratación de la piel.